RESTAURANTE BÁLAMO
Desde hace unos meses, Madrid cuenta con un nuevo puerto marítimo: el restaurante Bálamo. Sus creadores querían ir más allá de una experiencia gastronómica en la que el pescado y el marisco fuesen los principales ingredientes, y encargaron su diseño al arquitecto portugués Rui Costa. Para salvar la distancia entre mar y montaña, el proyectista luso ha diseñado el jardín vertical interior de más de 10 metros de altura, considerado el más grande de Europa. Sin duda, una apuesta firme por la arquitectura sostenible y conciencia ecológica.
Otro de los elementos clave del proyecto ha sido el manejo de la de la iluminación, tanto natural como artificial. Así pues, este espacio se transforma totalmente de noche con los juegos de luces que crean un ambiente mas íntimo, más teatral. En la planta principal se encuentran el bar, el restaurante y los reservados. En ellos, la madera cobra protagonismo tanto en el mobiliario como en los revestimientos y pavimentos en tonos café y almendra de Grupo Porcelanosa.
Una gran escalera de estilo industrial organiza el espacio del restaurante Bálamo en dos alturas. Las ondulaciones y el brillo metálico del material empleado en su trasera contrastan con el suelo de madera cerámica de la zona de tránsito. Por ella —o por un ascensor de cristal— se accede a Alta Mar, donde el cielo estrellado nos recuerda que las constelaciones orientaban a los navegantes en sus travesías.
Una de las áreas singulares de este nivel es la terraza interior Arrecife, que está presidida por dos grandes ficus y desprende cierto aire tropical. Además, en este piso se ubican los salones privados, en los que Rui Costa hace un guiño a los grandes conquistadores como Colón, Barreto, Malaspina, Elcano, Pizarro, Magallanes y Ojeda.