Tras el alter ego de Pichiglas se encuentra un artista autodidacta con aire fresco y una imaginación desbordante: Alfonso de la Fuente. Aterrizó en Barcelona a mediados de la década de los noventa cuando creó su primera pieza, una lámpara confeccionada con plástico reciclado. Y después de los éxitos cosechados en el diseño de objetos y accesorios de decoración gracias al trabajo duro, su impronta cargada de color, humor e ironía ha traspasado el mundo material para generar espacios con sello Pichiglas: bares, restaurantes, tiendas, locales y clubs.

El desembarco en Asia del estudio llega de la mano del proyecto de Migas Beijing, un gran establecimiento gastronómico con diferentes ambientes. Alfonso de la Fuente ha logrado fusionar con gran maestría estilos tan dispares como el New Memphis, el art déco, las influencias de los años ochenta, Nueva York o el Mediterráneo.

Precisamente este último se refleja en la zona del Market —que hace un guiño al mercado de la Boquería en Barcelona con sus peculiares puertas de madera—, un lugar en el que conviven las estéticas asiáticas y europeas a través de la iluminación.

En Migas encontramos un bar de tapas, una barra de cóctel, un lookout, una jaula vip y una terraza. Desde el gran sofá —inspirado en los diseños de Panton— que preside esta última, se puede gozar de unas vistas privilegiadas al edificio de la televisión china y al rascacielos más alto de Pekín.

El color y el mobiliario son las notas más características de esta propuesta, en la que se mezclan verdes, naranjas, rojos, turquesas, amarillos y morados. Este equilibrio perfecto se logra gracias al empleo de tonos neutros como el piedra o el negro.