Muchas veces los grandes proyectos surgen de una necesidad que el mercado todavía no ha sabido resolver. Este es el caso de Fiii Fun House, un restaurante/cafetería que ha conseguido reunir a padres e hijos en un mismo lugar.

La gran protagonista de este local es la madera; se emplea como elemento constructivo y aporta una personalidad peculiar que recuerda a las cabañas de los árboles, a los tipis o a las casitas de muñecas. Esta imagen se transmite al exterior, desde donde se pueden ver las tres construcciones Fun House a través del cristal.

La armonía del establecimiento invita a la desconexión tecnológica y al relax. El estudio de Íris Cantante lo ha conseguido gracias a los juegos artesanales, las zonas de sofás o los sitios para pintar. La división del espacio en dos niveles también ayuda a diferenciar los ambientes: en la planta baja se ubica la cafetería, y la alta está reservada para eventos. Aquí los niños se sienten como adultos y los adultos evocan su más tierna infancia.