PARK ZOO DE X-LIVING

En peligro de extinción

Texto: Olaya Bodelón | Fotos: Shao Feng | www.xl-muse.com

Park Zoo de X+Living es un hotel temático de animales en Hangzhou. Sus creadores han utilizado esta idea para ofrecer al cliente una experiencia que va más allá del descanso y que invita al huésped a la reflexión

Apenas a unas manzanas de este escenario lacustre de Hangzhou se halla uno de sus hoteles más singulares, que no deja indiferente al viajero, Park Zoo de X+Living. Ante un mercado cargado de ofertas para pernoctar, el estudio X+Living no ha querido crear un espacio que invite únicamente al descanso y a la desconexión. El objetivo de su director creativo, Li Xiang, va más allá, y ha conseguido que su proyecto destaque claramente entre el resto.

La dinastía Sui puso en el mapa a Hangzhou gracias a la construcción del Gran Canal de China en el mismo periodo en el que se erigió la muralla de la ciudad. Esta urbe fue la capital del sur de la dinastía Song, y desde 1138 se convirtió en un importante centro de comercio de seda y porcelana.

Sin embargo, la decadencia de la dinastía Ming convirtió a esta metrópoli en escenario de numerosos ataques y saqueos durante siglos. No resurgiría hasta el cambio del sistema económico del país en la década de los 90, época en la que se impulsó el desarrollo de la industria tecnológica. Paralelamente al Gran Canal, había aparecido un “afluente” con mucho más caudal: Internet, cuyas aguas se vierten en las pantallas de todo el mundo gracias al gran Alibaba Group —fundador de Aliexpress—, asentado en Hangzhou.

En pleno siglo XXI la urbe en la que yace el delta del Yangtsé ha alcanzado la distinción de Patrimonio de la Humanidad por el Lago del Oeste, situado en el centro de la población. Desde hace unos años, Hangzhou se ha convertido en uno de los destinos turísticos más visitados del país. Ya a finales del siglo XIII, el incansable Marco Polo la definió como “la ciudad más suntuosa y elegante del mundo”.

Un hotel sobre animales

El huésped quedará extasiado al traspasar la marquesina de cristal de la entrada, y sufrirá el síndrome de Stendhal cuando recorra el hall, en el que se ubica una galería con variadas propuestas artísticas a las que tendrá que encontrar el verdadero sentido. No se trata solo de elementos decorativos dispuestos de una manera estética, sino que detrás de cada uno de ellos se esconde una reflexión que nos invita a detener el ritmo vertiginoso en que nos movemos y a pensar sobre el porqué de las cosas.

En las diferentes zonas de paso de Park Zoo de X+Living conviven esculturas de elefantes, rinocerontes, hipopótamos, flamencos y focas —entre otros animales—, cuyos vivos colores contrastan con el envoltorio minimalista que las acompaña. Las paredes y suelos blancos se ven invadidos por líneas en negro, que ayudan a dividir y generar espacios concebidos para dar continuidad entre los paramentos horizontales y verticales.

El diseño del mobiliario combina el arte figurativo con la funcionalidad; buen ejemplo de ello son las sillas con forma de tenedor en la zona del bar o el guiño al mundo animal en las habitaciones. El director del proyecto, Fan Chen, y el decorador Xiang Casa han logrado —a través del grafismo, los muebles y los tejidos estampados— que las áreas de descanso evoquen la temática del hotel.

El diluvio universal

Quizá Park Zoo de X+Living sea como un Arca de Noé en la que se han guardado todas las especies que pueblan la faz de la tierra. El viajero debe asumir el rol de salvador del gran elefante que está en la mirilla del arma de un cazador furtivo. Si logra evitar el disparo, reinará la buena suerte y la sabiduría y alejará la envidia. En cambio, si se deja arrastrar por el entorno, la bala alcanzará sus deseos, cerrará los caminos —que se llenarán de obstáculos— y el ansia por conseguir al elefante, fuente de riqueza y dinero, plagará el mundo de avaricia.

X+Living nos recuerda que no solo los animales se encuentran en peligro de extinción, sino también la naturaleza que habitan. Si no cuidamos el medioambiente, no podrá haber vida. La pared con latas vacías nos recuerda cómo el consumo masivo de materiales no biodegradables contamina el hábitat.

Si antes de hacer el check out el cliente consigue hacer suya cada una de las reflexiones que nos proponen sus creadores, logrará salvar las especies. Si, por el contrario, cae en la rutina de esperar a que otros rescaten el planeta, será demasiado tarde y no podrá sobrevivir al gran diluvio universal.

Nos encontramos con elefantes, rinocerontes, hipopótamos, flamencos y focas de vivos colores que contrastan con el envoltorio minimalista del espacio