¿Qué es el Interiorismo emocional?, podríamos preguntarnos. Según Arianna Burli es el nombre que engloba y mejor describe el trabajo que ella misma realiza al diseñar un espacio interior.

Se trata de abordar los proyectos de reforma de interiores desde un punto de vista no solo funcional, estético y económico. En su metodología, entran a formar parte otros factores, como son la energía que fluye en el espacio físico, aspectos intelectuales y objetivos presentes y futuros de sus clientes.
La diseñadora de interiores considera que la parte más importante de cualquier proyecto de interiorismo es una buena distribución del espacio y un concepto estético claro, pero sumando a sus proyectos una herramienta que otros profesionales podrían considerar como ‘esotérica’, pero que sin lugar a dudas no deja de lado en ningún diseño.

La filosofía del Feng Shui le ha enseñado a entender cómo circula la energía vital en un habitáculo y, lo más importante, cómo influye de manera aplastante, a todos los niveles, en la vida de las personas que hacen uso de esos espacios, sean conscientes o no de ello.

Otras filosofías y técnicas espaciales, como el Wabi Sabi, el Shinrin Yoku, el amor por el minimalismo, el Zen y mis estudios como arteterapeuta humanista, han moldeado en mí una forma de trabajar algo singular.

El resultado de sus trabajos siempre tiene en cuenta al individuo como centro del proyecto, y al espacio físico que le rodea como el reflejo más cercano a la persona después de su piel y de su ropa.

Arianna Burli, recomienda una serie de aspectos que hay que tener en cuenta al diseñar un espacio emocional.
En primer lugar, si hablamos de la reforma integral de una vivienda, es importante hacer hincapié en que la reforma es una oportunidad para deshacerse de lo ‘viejo’, de las cargas emocionales que poseen los objetos que nos rodean y que por tanto no deberían ‘volver a entrar’ en la ‘nueva’ casa.

No somos conscientes de cuanto estancamiento energético nos provoca vivir rodeados de cosas que no amamos y que no nos hacen sentir bien. Nos habla de cualquier objeto, rincón o habitación que nos desagrade. Una reforma es una gran oportunidad para dejar entrar esas cosas que nos hacen sentir bien y que nos cargan de energía positiva.

Otra cosa de suma importancia a tener en cuenta es que cada cosa o actividad tenga su espacio. Habitualmente encuentramos casas interesantes a nivel estético, pero que funcionalmente no están cumpliendo las necesidades de sus habitantes. Un ejemplo: si tu hobby es pintar, no tiene mucho sentido no tener un espacio funcional y cómodo para llevar a cabo esta actividad.
O puede que te encante meditar; en este caso habría que buscar la zona ‘energética’ ideal para llevar a cabo esta disciplina, pero además proyectando que el espacio físico estuviera preparado con, por ejemplo, una alfombra, música envolvente, un mueble bajo para colocar los elementos necesarios, como cuencos de sonido, altavoces, incensario, el zafú…

Arinna comenta que, si para meditar tuviese que sacar cada mañana la esterilla, el cojín y los altavoces, acabaría por no hacer esta práctica diaria, sintiendo frustración y culpabilidad, y esto es extensible a cualquier otro tema: cocina, deporte, cine, plantas, escritura, lectura, etc…
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de diseñar es saber cómo se ve a sí mismo y hacia dónde se dirige la vida de nuestro cliente, cómo esto se refleja en el espacio físico que le va a rodear durante un tiempo y por tanto servir de apoyo o no en su camino de vida.

Nos referimos, por ejemplo, a cuadros y fotografías, que son elementos decorativos que aportan una gran carga simbólica y energética al espacio físico. En algunos de sus proyectos, los propios clientes han pintado alguno de los cuadros que cuelgan de sus paredes teniendo en cuenta la Arteterapia.