HOTEL BRUNO

Un viaje a través del color de las especias

Los diseños de Teresa Sapey han conquistado por tercera vez a la cadena hotelera Room Mate que dirige Kike Sarasola. Primero fue Pau, después Container y ahora Bruno. Su último hotel boutique fusiona elementos náuticos y de astronomía en el Pakhuismeesteren de Róterdam.

Como un modelo de modernidad asentada en las orillas del río Mosa, Róterdam resurge cual ave Fénix de sus cenizas. La ciudad —asediada durante la Segunda Guerra Mundial— se ha convertido en un lienzo en blanco, en una plataforma para la arquitectura. Recientemente, el estudio de Teresa Sapey ha desembarcado allí para desarrollar el interiorismo del hotel Bruno, el más grande de la cadena Room Mate hasta la fecha. Esta colaboración entre Sapey y el grupo hotelero es la tercera hasta ahora, lo que revela la buena sintonía entre el espíritu de la marca y la visión del equipo de interiorismo. Este proyecto responde muy bien a la filosofía del estudio, ya que ha dado vida a un espacio funcional del paisaje portuario de Róterdam, un antiguo almacén de especias. En este reto creativo ha dejado ver de nuevo la sabia maestría con la que aplica el color y la luz.

El hotel Room Mate Bruno se encuentra ubicado cerca del embarcadero, frente al Róterdam de Rem Koolhaas, en el antiguo almacén de la Compañía Holandesa de la India Occidental. El proyecto narra la historia de su ubicación, lugar en el que se guardaban e intercambiaban mercancías y culturas provenientes de todo el mundo. La autora del proyecto, rebautizada por Jean Nouvel como “Madame Parking”, procurará al viajero una experiencia llena de emociones y sensaciones en un ambiente, como todos los que firma Sapey, tailor made.

Paleta cromática

Las tonalidades escogidas para sus diferentes áreas aluden a las especias y a las pinturas flamencas, y retratan el pasado de la zona. El edificio en que se enclava el hotel es sin duda uno de los pocos restos del pasado que quedan en el conocido como “Manhattan holandés”. Room Mate Bruno quiere hablar a sus huéspedes sobre rutas comerciales, bienes intercambiados, mapamundis, cartas y utensilios náuticos. El usuario disfrutará un viaje histórico, que ha sido reinterpretado en clave moderna. La importancia de las aperturas y los cierres de las diferentes áreas, la iluminación y el uso del cromatismo permiten que quien toque, respire y saboree el contexto se convierta en parte de la historia.

Grand suite

La exclusiva Red Grand Suite ha sido concebida para ofrecer una estancia única y memorable en un ambiente de máxima comodidad. Toda la habitación tiene una identidad poderosa y apasionada; el rojo, las cálidas luces y los diseños evocan el sol y el sabor de España. Las líneas elegantes y contemporáneas, la cuidada selección de tonos emblemáticos y los modernos muebles personalizados son una clara firma de la creadora italiana afincada en Madrid.

Habitación superior

Las habitaciones superiores han sido ideadas para evocar el patrimonio de la ciudad y sus alrededores. La atmósfera, sin embargo, invita a recordar la historia y algunas de las características claves de nuestro país, al tiempo que actúa como un hilo que conecta el hotel vertical y horizontalmente. El color se utiliza como material y, por lo tanto, está presente en todas partes, incluso en los baños, elegantemente alicatados.
Cada una está inspirada en una constelación, y la temática alude al patrimonio marítimo del lugar y sus innumerables expediciones. Bruno es un navegante y explorador, y eso se refleja en sus habitaciones, que ofrecen servicios personalizados a sus clientes.

Pasillos

Aquí no hay cabida para la monotonía. Así, todos los pasillos han sido cuidadosamente estudiados para asegurar que el leitmotiv de la marca esté siempre presente; caminar por ellos es como hacer un viaje en velero.
REPORTAJE
Mares y océanos, las paredes están decoradas con impresiones ampliadas de mapas antiguos combinados con los tonos clave del proyecto, inspirados en el movimiento De Stijl para ayudar a los usuarios a moverse a través del hotel.

Jardín congelado

Una de las zonas más impresionantes del hotel es el patio ubicado en el interior y enmarcado por una impactante estructura de hormigón. Aquí, Teresa Sapey decidió diseñar un “jardín congelado” en diferentes tonos de azul para evocar el mar, el océano y el hielo. Los muebles a medida tienen formas orgánicas y recuerdan las olas, los icebergs y los ambientes invernales. El espacio y la gama de azules se ven interrumpidos por un hermoso árbol de cálidas hojas naranjas y amarillas; el resultado es un paraíso mágico.

El edificio en que se enclava el hotel es uno de los pocos restos del pasado que quedan en el conocido como Manhattan holandés

Recepción

El lobby invita a navegar, explorar y encontrar. De nuevo, la referencia al patrimonio de la ciudad se ha mejorado gracias al diseño; texturas y materiales se utilizan para crear experiencias diferentes mientras se hace alusión a la historia de Bruno. Los techos recrean el cielo visto desde un bote de vela, los mostradores recuerdan los veleros, y las balconadas están cubiertas con velas de barcos reales.

Zona de desayuno

La zona de desayunos deja entrar en Róterdam una parte del cálido sol español. Esta área se ha inspirado en los colores de Sevilla —frutas cítricas y albero— y en los del azafrán, la canela y la nuez moscada. La paleta y el mobiliario, junto con los techos altos, ayudan a crear una energía y un ambiente vibrantes. La iluminación ha sido cuidadosamente seleccionada para evocar las balanzas, usadas en el pasado para pesar las especias.