El nuevo hotel, diseñado por Snøhetta, se enriquece con el interiorismo del estudio de arquitectura italiano, que ha ideado un concepto que recuerda a los colores y la atmósfera de las montañas austriacas, combinando la naturaleza y el bienestar.

El nuevo «Falkensteiner Hotel Montafon» de 5 estrellas se abrirá sus puertas el 16 de diciembre de 2022. Se encuentra ubicado en un área protegida de Montafon entre bosques y montañas, un valle alpino en el estado austriaco de Vorarlberg. La firma noruega Snøhetta ha diseñado las estructuras y la arquitectura exterior, mientras que el diseño interior y el concepto de diseño fueron interpretados por la firma con sede en Milán Vudafieri-Saverino Partners.

El nuevo hotel familiar del Grupo Falkensteiner dialoga con su entorno y se basa en un concepto de lujo sobrio. La estructura está construida en cuatro niveles, aprovechando la pendiente de la montaña, y consta de dos edificios conectados por una parte central, donde se ubican las áreas comunes.

La madera sin tratar y las paredes enlucidas de blanco rinden homenaje a la tradición constructiva del valle, donde el Montafoner Häus, una construcción de piedra y madera, ha sido el arquetipo arquitectónico durante siglos, formando el paisaje cultural del valle. La intervención del estudio Vudafieri-Saverino Partners respeta, una vez más, la tradición y su genio loci eligiendo materiales vernáculos, pero sobre todo una paleta de colores sugerente y estimulante, que se inspira en las peculiaridades del paisaje alpino y, en particular, en la trifase de agricultura, una técnica agrícola que durante siglos ha moldeado la vida y la cultura de la población rural.

«Basándonos en la tipicidad de esta técnica agrícola ancestral que alternaba la siembra de invierno, otoño y primavera, nos enfocamos en los diversos tonos de colores naturales que se encuentran durante estas estaciones, convirtiéndolos en el punto central de nuestro diseño de interiores», dicen Tiziano Vudafieri y Claudio Saverino. Si en las zonas comunes los matices se toman de la primavera y el verano, alternando el verde prado vivo y enérgico con los relajantes y delicados azules del agua, y la madera de alerce de la boiserie, en las habitaciones los colores se vuelven otoñales e invernales con cálidos rojos , naranjas y amarillos, siempre en combinación con la madera.

«Para reflejar la belleza del Montafon, en las 123 habitaciones del hotel seleccionamos una paleta de colores que recuerda un fenómeno único: el verano indio de Montafoner, que generalmente ocurre solo en el noreste de los Estados Unidos. Es un breve período de otoño cuando el clima se vuelve cálido, como el verano, y los árboles adquieren tonos ardientes de amarillo, rojo y naranja, un paisaje verdaderamente fascinante”, explican fascinante los arquitectos.